The Last of Us - Episodio 3

TODOS LOS EASTER EGGS OCULTOS EN LA SERIE

Los amantes del clásico de Naughty Dog no sabíamos a qué enfrentarnos en este episodio tan aclamado por la crítica. Pero por tercera semana consecutiva no dejan indiferente a nadie. Es el capítulo menos fiel al videojuego ¿o no?

La historia que no sabíamos que necesitábamos pero que nos ha tocado el alma, llega cargada de referencias y guiños al juego. Si quieres descubrir los 5 Easter Eggs ocultos en este episodio, sigue leyendo este resumen con curiosidades sobre el Episodio 3 de The Last of Us.

¿Quién es BILL?

Bill se nos presenta en el juego como el único superviviente, junto a su compañero Frank, en la ciudad de Lincoln. Lugar que llena de trampas para protegerse de los zombies, pero también del resto de supervivientes. Lo que más adelante entendemos que es el motivo por el que Frank decide separarse de él y marcharse de la zona segura. Le roba algunos suministros y en esta tarea es mordido por un chasqueador. Como se encuentra solo y se resiste a convertirse, acaba quitándose la vida y dejándole a Bill una carta de despedida. Recordad esta carta para más adelante.

GUIÑO A RILEY

Este episodio comienza con Joel y Ellie alejados del caos tras lo sucedido en el ayuntamiento con Tess. En la serie saltamos directamente a la búsqueda de Bill, ni nos enfrentamos a Fedra ni nos alejamos a través del metro inundado. Momentos bastante frenéticos que vivimos jugando el clásico.

En este pequeño viaje nos encontramos con el primer Easter Egg del capítulo. Ellie hace referencia a una amiga suya, entendemos que es Riley, a la que se le daba increíble jugar a este otro titán de la historia de los videojuegos.


Acto seguido, nos muestran al que será el único zombie de todo el episodio, ya que como entenderemos en el transcurso del mismo, la historia no sólo va de sobrevivir a los zombies. The Last of Us profundiza en cómo vivir en mitad del caos, adaptándose a un apocalipsis que arrasa con el modo de vida conocido hasta ahora.

Es ahí cuando Ellie se encuentra cara a cara con el rostro de lo que habría sido su futuro en caso de no ser inmune. Es un momento de silencio y retrospección que decide no compartir con Joel.

¿BILL Y FRANK ENTONCES…?

Como comentábamos al principio, la serie resume el trayecto hasta llegar a Bill de una manera distinta pero conservando la esencia que todos reconocemos. Es entonces cuando viajamos en el tiempo al inicio de todo en 2003. El pueblo de Lincoln es desalojado por Fedra en lo que, gracias a Joel sabemos, fue un intento de acabar con la población que no tenía espacio en las zonas de cuarentena.

Con ello aparece el segundo Easter Egg de este episodio en el cartel de evacuación que Fedra coloca en la plaza de Lincoln. Es el mismo que se encuentran Joel y Ellie al entrar en la ciudad de Bill en ese capítulo del videojuego. Pero con la diferencia en las fechas, ya que el inicio de la pandemia en la serie tiene lugar en 2003, pero no es hasta 2013 cuando inicia el caos en el juego.


Llegados a este punto, comienza la nueva historia que no sabíamos que conseguiría conectar tanto con nosotros. El final no tan dramático que Bill y Frank merecían, con muchas pinceladas de amor que no resulta empalagoso. Los creadores de la serie consiguen, en escasos 45 min., sumergirnos en un viaje de 20 años junto a esta pareja. Pareja que en el videojuego se podía intuir pero que no terminaba de quedar clara la relación entre ambos.

LUZ Y COLOR EN LA OSCURIDAD

El trabajo artístico detrás de este episodio está hilado de manera magistral con lo que quieren hacernos sentir. Bill lleva cuatro años solo en una ciudad protegida contra cualquier tipo de vida, así como le sucedía a su personaje en el juego.

A pesar de ser un hombre que cocina con mimo y cuida cada detalle, vive en una ciudad descuidada. Dentro de un hogar, ahora lleno de polvo, que solo alberga recuerdos.


Es entonces cuando Frank cae en el agujero del exterior y altera el orden de un Bill que se conformaba con ver grabaciones de algunos muertos cayendo en sus trampas. En este momento vemos el tercer Easter Egg del episodio, ese guiño a las escaleras que utilizábamos con Joel y Ellie en Lincoln para movernos entre sus calles infestadas de trampas y muertos.

Bill lleva años sumido en una oscuridad más que latente, oscuridad que Frank acaba por despejar con su presencia, ya desde los primeros minutos. La evolución del color y la luz son claves a lo largo de esta historia. Así como inicia en una casa con escasa iluminación en tonos amarillos, que suelen representar ese aislamiento, inseguridad, desconfianza.

Nos traslada a la luz y los tonos vivos tras esos primeros años de convivencia. Cargados también de conflictos que consigue lidiar un Bill en constante evolución. Dispuesto a ceder ante la visita de Tess y Joel, aunque manteniendo su figura desconfiada y protectora para con su compañero de vida.

En este punto han pasado tres años y comienzan las primeras comunicaciones con Boston. Frank desea abrir las puertas de su ciudad pero entiende que sólo puede limitarse a la colaboración puntual con Joel y Tess.

Esta negativa a la ayuda la vemos años después, primero con el intercambio entre un arma y las semillas de fresas. Trueque bastante liviano que entendemos Bill desconocía. Y posteriormente cuando vemos que la verja ha cedido tal y como Joel predijo. Lo que lleva a Bill a buscar una alternativa apilando coches en el muro, algo que nos recuerda mucho a uno de los límites de Lincoln que también podíamos visitar en el videojuego.


SE ACABÓ LA PAZ

¿No te parecía extraña tanta calma? Llevan años juntos en un mundo devastado en el que solo prima la ley del más fuerte y no les ha pasado nada. Toda la atmósfera de amor y tranquilidad se enturbia con el intento de acceder al pueblo por parte de un grupo. No sabemos si saqueadores o supervivientes en busca de un lugar dónde alojarse. Lo que tenemos claro es que no consiguen evitar las trampas de Bill y acaban cayendo todos, no sin antes dejarlo malherido.

Pero después de este pequeño susto a nuestros corazoncitos, nos llevan a 2023, 10 años después. Justo cuando empieza toda la aventura para Joel y Ellie en Boston. Vemos a un Frank enfermo, casi dependiente de Bill. La ciudad ha vuelto a caer en el descuido, Lincoln era Frank y sin él todo volvía a perecer. O casi todo, ya que vemos a Bill dedicado al hogar, se encarga de cuidar las plantas, por lo menos las que rodean la casa. Un detalle bonito de cómo ahora, aunque el exterior vuelve al caos, sigue cuidando el hogar que ambos han construido.


A lo largo de estas dos décadas aquel hombre huraño e introvertido ha evolucionado. Ya no sólo se conforma con sobrevivir, ahora vive y disfruta de los días junto a Frank. Ahora tiene alguien a quien cuidar y es una tarea que lleva con esmero.

Pero como la paz no es una opción, el siguiente golpe irá directo al corazón. Frank no quiere seguir viviendo en esas condiciones y quiere acabar con su vida. De nuevo tenemos una similitud con el videojuego, salvo que en esta ocasión no nos encontraremos a un Frank solo y lejos de su compañero.

Viven un último día cumpliendo cada deseo que no habían podido cumplir. Dónde luz y color hacen de anfitriones en una antesala de un final orquestado.

La hora dorada, el atardecer, acompaña uno de los momentos más tiernos de la pareja. Se casan junto al piano dónde conectaron la primera vez. Ahora en un lugar que sí se siente un hogar con vida y no una tumba de recuerdos.

Veinte años han pasado de aquel día en el que Frank tropezaba con la vida de Bill para no volver a separarse nunca.


FALTAN DOS EASTER EGGS

Si te das cuenta, hemos visto algunos Easter eggs que he querido disfrazar como “similitudes”, pero que son constantes guiños al clásico de Naughty dog. Ya sabemos qué sucede con Frank y Bill, pero no será hasta la lectura de la carta que Joel y Ellie descubren la verdad. Si recordáis lo que os comentaba al inicio del post, este vuelve a ser otro punto en común con el videojuego. Con la diferencia que en vez de ser una carta de Frank a Bill, triste y resentido. Es una carta de despedida de ambos y una prueba de que el amor en tiempos de caos es posible.

Pero vamos al salseo, el siguiente Easter Egg nos lo brindan, por fin, cuando Ellie se cambia de ropa y se viste con una camiseta que todos recordamos. La clásica roja que hasta el momento no habíamos visto y que todos esperábamos. Ya que la caracterización de Joel es impecable, en detalles como la ropa, el reloj, mochila, linterna. Nos faltaba este detalle en Ellie y por fin se cierra el círculo.


El quinto Easter Egg viene sobre ruedas, ya que deciden respetar la misma camioneta que Bill les deja en el videojuego con la que se encuentra Joel en el garaje en la serie. Aquí nos regalan un doble guiño ya que la camioneta no tiene batería. Pero será tan sencillo como improvisar una con los materiales que Bill tenía en el garaje. No tendrán que exponerse a hordas de zombies para poder reunir las piezas necesarias para salir de Lincoln. Pero esa una manera elegante de recordarnos aquellos momentos tan caóticos durante el gameplay.


FINAL APTO SÓLO PARA FANS

Como os decía al principio, aunque la historia era “nueva”, el episodio estaba lleno de referencias y detalles que sólo los fans de los juegos podríamos identificar. Os dije 5, pero han sido muchos más y aquí va el último. Metafóricamente podríamos buscarle muchos significados al final del capítulo. Joel y Ellie se alejan de Lincoln y les vemos a través de la ventana del que ha sido hogar de Bill y Frank durante 20 años. Un lugar oscuro y cerrado, que ahora se abre al paso del tiempo pero desde la luz.

Pero además nos traslada directamente a la pantalla de carga del primer videojuego y al final del segundo. Por lo que en un solo plano cierran un triángulo perfecto entre los tres mundos en el universo de The Last of Us.



Espero que hayáis disfrutado de la lectura pero sobre todo del episodio. Si habéis encontrado otras referencias o curiosidades, las compartáis con nosotros. Nos vemos la próxima semana y hasta entonces no olvidéis…

“Cuando estéis perdidos en la oscuridad, buscad la luz.”

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